“Desde la Lofche José Celestino Quijada comunicamos que finalmente, hemos logrado regresar a una parte de nuestro territorio de la cual habíamos sido despojados hace más de 15 años por el barrio privado Arelauquen Golf & Country Club SA.” Así comenzó el año para esta comunidad mapuche de la ladera sur del cerro Otto, cerca de Bariloche, que informó que la justicia “le ordenó al Country Club usurpador que corra los alambrados que ilegalmente había colocado, y que nos impedían acceder a la única parte plana del territorio”.
En sendos fallos de julio y diciembre, la justicia federal de esa localidad se pronunció a favor de los amparos presentados por el abogado Matías Schraer en nombre de la Lofche Quijada, el primero para otorgar el paso hacia el pueblo que el barrio privado había cerrado, y el segundo para exigir la restitución de 30 hectáreas que según los planos de catastro son parte del territorio de la comunidad, reconocida también por el relevamiento del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
“Afortunadamente ya estamos ejerciendo nuestra ocupación tradicional en esta parte fundamental de nuestro territorio, nuestros animales tienen un lugar donde pastar y nosotros recuperamos un lugar apto para desarrollar nuestra agricultura comunitaria”, dijeron a Página/12 Luisa Quijada y los demás miembros de la Lofche. El temor de los dueños del country consistía en la construcción de viviendas en ese espacio, algo que pudiera afectar los valores inmobiliarios de sus terrenos lindantes. Sin embargo, las casas de los mapuche están ubicadas en otro sector, ellos necesitaban esa parte plana para desarrollar los cultivos y la ganadería de subsistencia.
“Ahora esperamos que pronto se cumpla la orden de la justicia que nos garantiza el derecho humano al acceso al agua potable y a la energía eléctrica asegurarando así la supervivencia de la comunidad”, expresaron. Y agregaron que “desde un primer momento intentamos dialogar con el Country Arelauquen pero ellos nunca estuvieron dispuestos a sentarse con nosotros. Fue por esto que tuvimos que recurrir a la justicia, donde encontramos respuesta a nuestros justos reclamos”.
Este conflicto comenzó hace casi una década y media cuando el country cerró el paso del camino que los integrantes de la Lofche José Celestino Quijada utilizaban cada día para ir al trabajo, la escuela y el hospital. El juez federal Gustavo Zapata había ordenado a la empresa dueña del barrio privado restablecer el paso, al considerar que el mismo es “de tránsito libre e incondicionado entre el territorio ocupado por la comunidad y el Barrio Unión de esta ciudad” (…) y “la paralización inmediata de toda obra y/o movimiento de suelo que esté desarrollando sobre el territorio ocupado por la comunidad Lofche”. Ese fallo fue ratificado por la jueza María Silvina Domínguez en julio. Así, el selecto barrio privado –ubicado a orillas del Lago Gutiérrez– estuvo obligado a cumplir las órdenes judiciales, dos de las cuales están siendo obedecidas.
“Los usurpadores VIP intentaron, hasta último momento, resistir la orden judicial recurriendo a maniobras ilegítimas, en las cuales se vieron involucrados altos mandos de la Escuela Militar de Montaña de SC de Bariloche”, manifestaron sobre el intercambio de cartas documento entre el Ejército y los dueños del barrio privado. Sin embargo, voceros de esa fuerza armada negaron a este diario acuerdo alguno con Arelauquen y enfatizaron que la propuesta del armado de un espacio común en el territorio en disputa fue desestimada. “El Ejercito rechazó esta oferta del country y le pidió la restitución, actuó defendiendo las tierras del Estado”, dijo una fuente de prensa.
“Amulepe taiñ weichan! (que siga nuestra lucha), escribieron al final del comunicado firmado por la Comunidad Mapuche Lofche José Celestino Quijada, en el que agregaron una foto. Allí se los ve en la cancha de fútbol que “Arelaquen construyó ilegalmente en parte del territorio comunitario usurpado, pretendiendo consolidar el despojo”.