as Curadoras son parte de una iniciativa para implementar “Boticas Naturales” apoyadas por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia en las comunas de Purén, Vilcún, Toltén, Cholchol, Lumaco, Villarrica y Pucón.
Con un Trafkintü, intercambio de semillas y plantas medicinales, culminó el proyecto “Botica Natural: Salud, Economía y Patrimonio en manos de Curadoras de Hierbas Medicinales de La Araucanía”, financiado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, y ejecutado por ONG CETSUR.
Las mujeres que participaron de esta iniciativa forman parte de la Red de Curadoras de Hierbas Medicinales, y llegaron hasta el Instituto de Agroindustrias de la UFRO para intercambiar plantas y semillas de hierbas medicinales, en especial aquellas que se encuentran en peligro de conservación, además de compartir los conocimientos adquiridos junto a profesores, científicos y expertos.
“Aquí se refleja el apoyo social que entrega el Ministerio a iniciativas que protegen la salud y conocimientos culturales y patrimoniales ancestrales. Como mujer mapuche, es muy significativo revivir recuerdos familiares relacionados con estas hierbas medicinales, y como representante del Ministerio me alegra que estos recursos están siendo bien utilizados y enfocados a lo que plantea esta iniciativa”, explicó Mariela Huillipan Peña, Seremi de Desarrollo Social y Familia, Región de La Araucanía.
Lazos de solidaridad
“Este proyecto lo postulamos en plena pandemia, con gran parte de las actividades virtuales, pero al cambiar las medidas sanitarias pudimos encontrarnos de manera presencial, formando redes y lazos de solidaridad entre la Red, el Departamento de Ciencias Forestales y el Instituto de Agroindustrias de la UFRO. Si bien, originalmente la iniciativa estaba orientada a la venta de productos herbales, las Curadoras pusieron un mayor énfasis en la protección y recuperación de las hierbas en peligro de conservación como el Palo negro, la Salvia, el Pichi Romero, entre otros. Además, de manera colaborativa revivimos el concepto de Botica, sin perder la tradición de preparar remedios de forma artesanal en base a saberes ancestrales, pero al mismo tiempo actualizándola a lo que hoy nos toca vivir”, indicó Sandra Parra Riquelme, Vicepresidenta de ONG CETSUR y Coordinadora del Proyecto.
“Este tipo de actividades no sólo permiten intercambiar una hierba medicinal, Lawen, sino que además se intercambian conocimientos y sabiduría, y es la única manera de que no se pierda este conocimiento que está en las comunidades, sobre todo en las mujeres. Es una actividad muy valiosa para fortalecer la diversidad genética, especialmente en los que se refiere a las hierbas medicinales”, señaló Hernán Muñoz Pedraza, Encargado de Medio Ambiente de la Subdirección Nacional Sur de CONADI.
Contribución práctica
“Culminamos este curso muy hermoso en que conocimos las propiedades de las plantas y terminamos con un intercambio para recuperar aquellas que están en peligro de extinción. Ahora esperamos hacer una contribución práctica a la recuperación de la flora nativa, porque todos los medicamentos provienen de los principios activos de una planta medicinal y, además, son fundamentales en la protección de la biodiversidad de nuestros territorios”, explicó Marta Larenas, Curadora de la comunidad Rafa Burgos, comuna de Vilcún.
“Trabajo con plantas medicinales porque creo que van de la mano con la enseñanza del mapuzugun, y para enseñar a los pichikeche que están en la escuela ya que, actualmente, estos conocimientos no están en los libros ni en la educación oficial. Por eso tenemos que mantener estos saberes para entregárselo a las nuevas generaciones”, agregó Clara Bulnes Chehuan, Curadora del Lof Liucura, comuna de Lumaco.
Biodiversidad
“Este conocimiento que ha resguardado el pueblo Mapuche nos asegura que, a futuro, conservaremos nuestra biodiversidad y especies que en algunos territorios están amenazadas, gracias al conocimiento que estas mujeres poseen. No ha sido una tarea fácil, es un trabajo que requiere mucho cuidado y paciencia, pero si lo hacemos entre todas tendremos un futuro positivo”, explicó Soraya Calzadilla Albornoz, docente del Departamento de Ciencias Forestales de la UFRO.
Cabe destacar que, para concretar el proyecto “Botica Natural: Salud, Economía y Patrimonio en manos de Curadoras de Hierbas Medicinales de La Araucanía”, ONG CETSUR realizó diversos talleres que fueron financiados por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, en los que participaron 20 Curadoras de Hierbas Medicinales de las comunas de Purén, Vilcún, Toltén, Cholchol, Lumaco, Villarrica y Pucón.