ELPAIS.COM || El monumento a Julio A. Roca, que gobernó Argentina a finales del siglo XIX, será retirado de espacio central que ocupa en la ciudad de Bariloche, en la Patagonia. Tras una larga polémica, el Gobierno municipal ha obtenido la autorización de la Comisión Nacional de Monumentos para el traslado. La figura del expresidente, para algunos “prócer” y para otros “genocida”, divide a los argentinos. La decisión de bajarlo del pedestal también.
El monumento, que inmortalizó a Roca en bronce, cansado, sobre un caballo, ha sido el blanco de protestas y escraches con mayor intensidad en los últimos años, cuando en todo el mundo comenzó a cuestionarse con fuerza la pertinencia de estatuas que conmemoran a determinados personajes o hechos históricos. La figura del expresidente genera diferencias entre quienes lo consideran un “genocida” por haber dirigido la campaña militar contra los pueblos indígenas en el sur del país y por quienes lo definen como “el fundador de la Argentina moderna”.
El Gobierno municipal ha justificado el traslado en medios nacionales y locales diciendo que es parte de la “refuncionalización” del Centro Cívico de Bariloche, que fue declarado Monumento Histórico Nacional. La plaza tiene piso de laja, está rodeada en tres de los cuatro lados por edificios y mira al lago Nahuel Huapi. La estatua está ubicada en el centro de ese espacio. El intendente Gustavo Gennuso, de la alianza Juntos Somos Río Negro, ha explicado que parte de la iniciativa busca conseguir “una vista despejada” del lago, como la que había en 1940 tras la inauguración.
El intendente también ha argumentado que “el plano original” de la plaza “es sin Roca”. “El monumento es muy molesto para el uso que se le da a la plaza”, ha dicho, según recoge el diario Perfil. La estatua, sostiene el Gobierno de Bariloche, será restaurada y reubicada para que esté “en diálogo” con otros monumentos. La propuesta también incluye otras modificaciones, han expresado las autoridades, como la mejora de la iluminación ornamental o la creación de un monumento de reconocimiento a las abuelas y madres de Plaza de Mayo.
La decisión, sin embargo, ha levantado las críticas de personalidades que, por diferentes razones, consideran que el traslado no debe ocurrir. El orfebre Juan Carlos Pallarols mandó una carta al intendente para recomendar que el monumento sea “restaurado en el lugar en el que se encuentra”. “Mover de su actual emplazamiento a la escultura es asumir un riesgo enorme e innecesario por el peligro que corre, dado el estado actual en el que la han dejado las diversas vandalizaciones a las que ha sido sometida”, se lee en la misiva. El orfebre, que diseñó el bastón de mando para presidentes argentinos y cálices papales, se ha ofrecido a acudir con su equipo para hacer él mismo la restauración.
El diputado nacional Agustín Domingo, que integra la misma coalición que Gennuso, propuso hacer una consulta popular para decidir sobre el traslado; la iniciativa fue apoyada por distintos candidatos a intendente. Otros políticos se expresaron en redes sociales, como el diputado nacional Ricardo López Murphy, que mostró su repudio: “Hay que ser inepto, burro, y anti Patria, para deshonrar la figura de Julio Argentino Roca, prócer, conquistador de nuestra Patagonia e impulsor de la modernización del Estado”. El expresidente Mauricio Macri compartió en la misma red social un texto de opinión titulado Con Roca, no y no agregó nada más.
Hay que ser inepto, burro, y anti Patria, para deshonrar la figura de Julio Argentino Roca, prócer, conquistador de nuestra Patagonia e impulsor de la modernización del Estado.
Repudio rotundamente esta muestra de desagradecimiento e ignorancia supina. https://t.co/ZrayChH2rm— Ricardo López Murphy (@rlopezmurphy) July 26, 2023
La decisión también ha sido criticada por Gonzalo de Estrada, hijo del arquitecto que proyectó el Centro Cívico, porque ha considerado que trasladar el monumento a pocos meses de las elecciones generales, que serán en octubre, es “mero oportunismo político”. “¿Qué ganan? Distraer a la gente”, ha dicho al diario Río Negro. Estrada y un conjunto de especialistas habían propuesto hace más de un año quitar la estatua porque, según ellos, “plantea un determinado significado que genera conflictos sociales y políticos”. Ahora, dice, “hay un objetivo puntual para desviar la mirada”.