Amigas y amigos de Historias de Quellón:
En 2017, el recientemente creado Consejo Mayor de Caciques de Chiloé impulsó un estudio financiado por el Estado con un objetivo político claro: crear la etnia ‘Veliche’ (el pueblo número 11) y separarla legalmente del pueblo Mapuche. Para lograrlo, intentaron manipular la memoria histórica entregando a la Universidad de Los Lagos una ‘lista negra’, vetando entrevistas a comunidades y dirigentes disidentes de esta idea.
Sin embargo, la Universidad rechazó este sesgo y escuchó a todos los territorios. El resultado fue contundente, especialmente en Quellón —cuna de la Junta General de Caciques de 1937—: la identidad predominante no es la de una ‘isla aparte’, sino la reivindicación orgullosa de ser Mapuche-Williche, parte de una gran nación y no una nueva etnia creada por decreto.
Se intentó poner un filtro a la memoria. Pero la identidad de un pueblo es como el mar: no se puede contener. Los investigadores de la Universidad de Los Lagos dejaron de lado esa lista y se sentaron a escuchar en los fogones y sedes de de distintos territorios de Chiloé y lo resultante en nuestra comuna fue una verdad que retumba con fuerza: la reivindicación orgullosa de ser #mapuche_williche.
Planteando no ser una isla desconectada, ni un pueblo “aparte”. Si no, que son el sur de una gran nación, pero con la fuerza de nuestro propio viento.
Hoy, queremos que resuenen las palabras textuales de nuestros vecinos, quienes con sabiduría nos explican esta identidad profunda en el “Estudio Antropológico de las Comunidades Huilliche de Chiloé”:
![]()
![]()
Una sola sangre, cuatro territorios.
Frente a la idea de que somos algo distinto al #PuebloMapuche, en Weketrumao se alzó la voz para recordar que nuestra identidad es integral. Somos la rama sur de un tronco milenario:
“Yo creo que lo que nos identifica como mapuche huilliche… Somos parte de una nación milenaria… que lo forman los 4 territorios.
Porque seguimos siendo una nación, una sola nación, como decían los antiguos. No lo considero de esa forma [que seamos aparte] porque somos una sola sangre, un solo mulfun”.
![]()
![]()
El Kultrun nos une, el territorio nos define
En Yaldad, la reflexión nos enseñó que la unidad no borra nuestra particularidad. Ser Mapuche es la raíz, ser #williche es la forma en que esa raíz se aferra a nuestra isla:
“Si el mismo kultrun lo dice que somos un solo #wallmapu, solo que estamos divididos por territorios… pero somos un solo territorio. Son formas culturales o formas de vivir, de prácticas de casa, de forma de vida distintas. ¿Entonces, cómo podemos decir nosotros como los beliche que nunca ha habido esta conexión? Que nosotros somos un pueblo y que ellos son otro, si siempre hemos sido todos los mismos”.
Ni “mansos” ni sumisos*
Existe un mito histórico que dice que el huilliche es “más pacífico” o sumiso que el hermano del norte. En Weketrumao, rompieron ese prejuicio con firmeza, recordando que la defensa de la tierra se lleva en la sangre:
“‘Los mapuches’, dice la historia, ‘son pacíficos… los huilliches, son puro amor’… Yo le digo: ‘Claro, los traidores… son puro amor porque están de la mano del gobierno, pero nosotros que estamos luchando por nuestro territorio no somos tan así tan mansos… defendemos donde hay que defender un derecho’. El mapuche aunque sea a piedra le hace abrir la puerta o lo hace atender, le golpea la mesa. Es una actitud de sobrevivencia, de no sentirse humillado”.
![]()
![]()
El orgullo de pertenecer
Finalmente, el sentimiento que prevalece es el orgullo. Ser Mapuche Williche no es algo del pasado, es el motor del presente y el regalo para los hijos:
“Claro, yo soy huilliche porque mi territorio siempre el resto de mis hermanos me va a decir eso… porque vivo acá po… ante todo es mapuche. Donde todos pretende que sus hijos vivan acá, porque es el sentido que tiene todo el espíritu de la persona, de los abuelos”.
Este estudio, que comenzó con intentos de exclusión, terminó convirtiéndose en un testimonio de unidad y fuerza. Nos recuerda que desde Quellón hasta el Biobío, corre una misma historia de resistencia, adaptada a la lluvia, al mar y al viento de cada rincón.
El estudio en cuestión esta disponible en: https://ceder.ulagos.cl/…/2022/01/Informe-MDS-2018.pdf
—
Para la reflexión:
Al leer estas palabras de nuestros vecinos, ¿sientes esa conexión profunda con el pueblo Mapuche en general? ¿Crees que hemos recuperado el orgullo de decir “soy Mapuche-Williche” en voz alta?
¡Comenta y comparte para que nuestra memoria siga viva!
– Vía #HistoriasDeQuellón
